Además de una de las catedrales más impresionantes de toda la arquitectura española, la provincia de Burgos cuenta con un rico patrimonio de origen románico en forma de ermitas, iglesias y monasterios que no dejará indiferente al viajero. Ello, unido a paisajes de un verde envidiable y numerosas cascadas y formaciones naturales sorprendentes dan forma a una región única. Bienvenidos a Las Merindades.
Las Merindades están formadas por un conjunto de pueblos situados en el norte de Burgos, una región en la que los ríos juegan un papel determinante a la hora de conformar el paisaje. Y es que, además de pueblos medievales de gran encanto, en esta región abundan los desfiladeros y cascadas en los que dejarse seducir por el sonido del agua.
Si te animas a visitar esta comarca burgalesa, a continuación hablaremos de algunos de los puntos principales que no debes perderte.
Oña. Monasterio de San Salvador
Esta pequeña localidad guarda en su interior una joya que data ni más ni menos que del año 1011: el Monasterio de San Salvador, un edificio que esconde interesantes elementos como un magnífico órgano de más de 1000 tubos y la espectacular capilla de San Iñigo, que te dejará sin palabras, además de muchos otros secretos que podrás descubrir con la audio guía que te proporcionan al visitarlo. Dispone además de un bonito claustro con jardines.
El monasterio puede visitarse de martes a domingo de 10.30 a 13.00 y de 16.00 a 18.30 horas y el precio de la entrada es de 3 euros (los niños no pagan).
Frías, la ciudad más pequeña de España, y Tobera
Con el título de ciudad más pequeña de España Frías exhibe para el viajero grandes joyas como sus casas colgadas, un hermoso castillo o un puente medieval sobre el río Ebro, además de bonitas y pintorescas calles en las que perderse.
Si te acercas a esta localidad lo ideal es recorrer sus callejuelas y admirar la arquitectura de sus casas y, si buscas un punto desde el que contemplar toda la ciudad, puedes acercarte al mirador situado en las afueras (digo afueras pero es un camino que no te llevará más de dos minutos desde el parking oficial del pueblo), desde el que podrás admirar la belleza de esta localidad. También a las afueras podrás admirar un precioso puente medieval sobre el río Ebro.
Muy cerca de Frías se encuentra Tobera, un pueblo que recibe al viajero con sus ermitas de Santa María de la Hoz y Cristo de los Remedios. Pero más allá de la arquitectura, Tobera es popular por sus cascadas formadas por el río Molinar. Es recomendable darse una vuelta por este pueblo para admirar la belleza de la caída del agua.
Cascada de Pedrosa de Tobalina
A aproximadamente 20 minutos en coche de Tobera se encuentra este magnífico paraje formado por la caída del agua del río Jerea desde alrededor de 12 metros de altura.
Esta cascada, también conocida como Cascada del Peñón, es completamente accesible y supone un lugar en el que relajarse y admirar la belleza de la naturaleza.
Lo ideal es visitar esta cascada en épocas de deshielo, pues es cuando más agua lleva, aunque también tiene su encanto visitarla en verano, pues es un lugar en el que es posible darse un buen chapuzón en las frescas aguas.
Fortaleza de Tejeda
Situada en un cerro próximo al desfiladero de la Horadada y la localidad de Trespaderne, esta fortaleza se ubica en un punto estratégico para el dominio y vigilancia del territorio.
La fortaleza data del siglo V aunque se le realizaron modificaciones y ampliaciones en siglos posteriores, convirtiéndose en el primer y más antiguo castillo de Castilla. A esta fortaleza es posible acceder a través de una carretera estrecha que parte de la antigua estación de tren de Trespaderne (es recomendable ir con precaución por si te encuentras otro vehículo de frente) que te lleva hasta casi los pies de la edificación.
Desde ella es posible contemplar una bonita vista del desfiladero y sus curiosas formas escarpadas.
Medina de Pomar
Uno de los pueblos de mayor tamaño de la comarca que cuenta con un casco histórico bastante bien conservado encabezado por el Alcázar de los Condestables, que puede visitarse por un precio de 3 euros (los niños no pagan). En este Alcázar es posible admirar varias exposiciones etnográficas y arquitectónicas, así como exposiciones itinerantes (cuando lo visitamos había una de fotografía), así como salir a la azotea para ver el pueblo desde las alturas.
En esta localidad también se encuentra el Monasterio de Santa Clara, enmarcado en un conjunto de calles que conservan el encanto medieval.
Ermita de San Tirso y San Bernabé, Ojo Guareña
A 30 minutos en coche de Medina de Pomar se encuentra uno de los puntos de mayor interés de las merindades burgalesas: la curiosa ermita de San Tirso y San Bernabé, cuya fachada en plena roca es el punto de entrada a un curioso complejo de cuevas subterráneas conocido como Ojo Guareña (hay más de 100 km de galerías, aunque solo pueden visitarse 400 metros).
La visita cuesta 4,5 euros (los niños no pagan) y dura aproximadamente 40 minutos en los que los visitantes van acompañados de un guía que cuenta los secretos de este paraje único. El camino es totalmente accesible, pues se transita todo el trayecto por unas pasarelas de madera, finalizando el recorrido en el interior de la curiosa ermita, que cuenta con montones de pinturas en sus paredes y techos.
Como curiosidad cabe mencionar que esta ermita se levantó en honor a San Tirso, aunque la celebración de esta santidad en pleno enero no permitía el acceso para la romería, motivo por el que también se consagró la ermita a San Bernabé, festividad celebrada en el mes de junio, mucho más propicio climáticamente para la celebración de la romería.
Cascada de la Mea
A 17 minutos en coche de Ojo Guareña se encuentra esta impresionante cascada, una caída de 30 metros a la que se puede llegar recorriendo un corto sendero de 250 metros desde la carretera principal. El camino no es difícil, pero es bastante estrecho por lo que hay que ir con cuidado, especialmente si se llevan niños.
Esta cascada deja sin palabras debido a la espectacularidad de su ubicación, siendo posible caminar por debajo de la caída del agua.
Puentedey, un pueblo sobre un arco de piedra natural
Sin duda, Puentedey es uno de los pueblos más curiosos de la región de Las Merindades debido a su ubicación sobre un enorme puente natural de piedra formado por el río Nela a 15 metros de altura.
Se trata de un pequeño pueblo formado por un conjunto de bonitas casas de piedra que merece la pena recorrer hasta llegar al Mirador de San Andrés, desde el que es posible ver el pueblo desde arriba.
Como curiosidad, su nombre procede de la denominación ‘puente de Dios’, que derivó en Puentedey, dado que se atribuye la creación del arco a una mano divina.
Monasterio de Santa María de Río Seco
Si quieres visitar un lugar único no debes perderte las ruinas de este monasterio abandonado en plena naturaleza, un enclave que desprende arte y magia a partes iguales, especialmente el exuberante y restaurado claustro, digno de admirar.
Un lugar que, tanto por méritos propios como gracias al increíble trabajo de restauración llevado a cabo y que le salvó de ser devorado por la naturaleza, se ha convertido en un punto esencial de visita si te acercas por Las Merindades.
Este lugar se encuentra en la carretera Incinillas, que transita junto al río Ebro, en la que hay habilitado un aparcamiento a la derecha. Una vez se aparca hay que recorrer un camino no muy largo de tierra y alguna piedra (mejor no llevar carritos o sillas de ruedas).
Desfiladero del río Purón
Entre tierras de Burgos y el País Vasco se encuentra este desfiladero formado por el río que le da nombre y en el que es posible realizar una ruta de senderismo de poca dificultad en la que admirar la naturaleza en estado puro que se adentra en el desfiladero y acoge a múltiples especies vegetales y animales.
A lo largo de esta ruta te encontrarás con parajes naturales únicos y algunas sorpresas como la ermita de San Felices y San Roque, encajada en la piedra.
Orbajena del Castillo
A pesar de que no forma parte de Las Merindades, esta localidad declarada Conjunto Histórico Artístico por la particularidad de su arquitectura y su ubicación al lado de una cascada que brota de la Cueva del Agua a más de 20 metros de altura y atraviesa el pueblo formando una estampa de postal.
El pueblo, además de un conjunto de edificios de gran belleza, está rodeado por espectaculares riscos de piedra de curiosas formas.
El pueblo no es accesible para carros o sillas de ruedas desde la cascada, pero es posible acceder a él por otros caminos como la Calle de la Iglesia, que lleva directamente al centro.
Sin duda, Las Merindades es una región de una belleza espectacular e ideal para una escapada en la que conectar con el arte y la naturaleza, repleta de lugares impresionantes. En nuestro caso, en tres días no pudimos ver todos los rincones de interés de la zona, pero si dispones de más tiempo, siempre puedes acercarte a pueblos como Espinosa de Los Monteros, cuyo conjunto artístico y patrimonial es de los más destacados de la Provincia de Burgos, San Pedro de Tejada, que esconde una de las ermitas mejor conservadas del románico o El Valle de Mena, con iglesias como la de San Lorenzo de Vallejo, una hermosa construcción románica en perfecto estado de conservación.
De igual modo, cascadas como Las Pisas, cerca de la localidad de Villabáscones de Bezana, o Peñaladros, situada en el Valle de Mena, pueden ser interesantes de ver. Sin olvidarse del espectacular Salto del río Nervión, al que nosotros no fuimos por la escasez de agua pero que, si vas en épocas de abundante agua, merece la pena acercarse para admirar el poder de la naturaleza.
¡Qué lugares tan espectaculares! Felicidades por el artículo, me has generado la necesidad de conocer Burgos ☺ Me encanta la ruta. Orbaneja del Castillo, Frías y Tobera parece que tienen mucho encanto 💙
Muchas gracias por tu comentario Elena, realmente la zona esconde pueblos con mucho encanto, al igual que la naturaleza, es de un verde envidiable, así que nos alegrará si te alegras a conocerlo 🙂