Hallstatt, el pueblo de postal de Austria

Seguro que en más de una ocasión has visto el clásico fondo de pantalla de un precioso pueblo situado a orillas de un lago y te has preguntado dónde está. Hoy te traemos la respuesta: se trata de Hallstatt, un hermoso pueblo de postal austríaco ubicado a orillas del lago del mismo nombre.

Y es que según te vas acercando a esta pequeña localidad, las vistas desde el tren -medio de transporte que utilizamos nosotros para llegar desde Viena- te van dando una pista de lo que te vas a encontrar, unos paisajes espectaculares entre altas montañas y unos preciosos pueblos entre los que Hallstatt se eleva a la cima de la belleza arquitectónica y paisajística. Y es que este pueblo es tan fotogénico que obtendrás una bonita instantánea desde cualquier lugar, no en vano, es patrimonio de la Unesco como paisaje cultural.

¿Cómo ir de Viena a Hallstat?

Para viajar desde Viena (aquí te contamos qué ver en la capital austríaca) hasta Hallstatt tienes tres opciones: contratar una excursión, ir en coche o en tren. En nuestro caso, te recomendamos el tren, pues podrás viajar sin preocupaciones de dónde aparcar (hay 3 parkings fuera del pueblo pero el aparcamiento no está garantizado) y, al mismo tiempo, disfrutarás de unas vistas privilegiadas cómodamente. Eso sí, el trayecto -tanto en coche como en tren- es superior a las 3 horas, por lo que te recomendamos madrugar.

Para llegar nosotros adquirimos los ticket con la compañía ferroviaria OBB por un precio de 55 euros por persona (ida y vuelta con reserva de asiento) y, aunque en un principio cogimos un tren directo desde Viena hasta Hallstatt, al final por temas de mantenimiento de los trenes nos lo cambiaron (avisaron por correo electrónico con dos días de antelación, por lo que si viajáis en invierno, estad atentos y acudid a la oficina de OBB situada en la estación central a preguntar, a nosotros nos atendió un empleado muy amable en un correcto español, cosa que me sorprendió bastante).

De este modo, nuestro trayecto al final fue desde la estación de Wien Hbf (Hauptbahnhof) hasta Attnang-Puchheim Bahnhof, donde hicimos un trasbordo para llegar hasta Hallstatt Bahnhof.

Una vez que llegas a la estación de Hallstatt verás que te encuentras al otro lado del lago. Y es que para llegar al pueblo hay que cruzar en un barco que cuesta 7 euros por persona (llevad efectivo, ya que no se puede pagar con tarjeta). Este trayecto permite disfrutar de una preciosa vista del pueblo desde el propio lago que merece mucho la pena.

¿Qué ver en Hallstatt?

Una vez que pongas el pie en Hallstatt, lo ideal es callejear para admirar su belleza, aunque hay un punto de especial interés desde el que podrás conseguir la típica imagen de los fondos de pantalla que mencionaba al principio. Se trata de un lugar que encontrarás en Google maps como Aussichtspunkt Hallstatt o Panoramic Viewpoint. Desde aquí, lograrás capturar las mejores imágenes para el recuerdo.

Una vez que hayas tomado tu preciosa fotografía y callejeado un poco, te recomendamos dirigirte hacia el otro lado del pueblo caminando hasta llegar al Salzwelten Funicolar, un funicular que, por 20 euros por persona, te sube hasta las alturas, desde donde podrás contemplar, caminando hasta el Skywalk, una de las instantáneas más bonitas que hemos visto: el lago Hallstatt con el pueblo a su orilla -y en nuestro caso, completamente nevado, algo que incrementaba su belleza-.

Muy cerca de la estación del funicular de lo alto se encuentran las minas de sal, otra de las actividades recomendadas si visitas esta localidad austríaca. Por un precio de 27 euros por persona, podrás entrar al interior de una de las minas más antiguas del mundo y recorrer sus túneles y salas de interpretación. Se trata de una visita guiada en la que te explican cómo se explotaba la mina y otros datos de interés, para finalizar con la parte más divertida: los toboganes para bajar a las plantas inferiores, en los que disfrutarás como un niño.

Si viajas a Austria, no dudes en visitar Hallstatt, uno de los lugares más bonitos que vas a ver, y una imagen que se te quedará grabada para siempre.