Viena en Navidad: 10 planes en la capital austríaca

Cuando preparas un viaje a Viena te la imaginas como una ciudad elegante, cuna de algunos de los compositores más importantes como Mozart o Beethoven, sede por antonomasia de la ópera europea. Pero cuando llegas a ella todas estas calificaciones se convierten en realidad, pues te encuentras ante una ciudad imperial, repleta de grandes y bellos monumentos y un sinfín de edificios y plazas en las que no faltan todo tipo de hermosos detalles. Una ciudad preciosa, especialmente al finalizar el año, pues Viena en Navidad incrementa todavía más su atractivo.

Ubicada a orillas del río Danubio, Viena es una ciudad con un rico patrimonio no solo en cuanto a su arquitectura, sino también en su parte cultural, pues alberga una extensa historia operística. Es, además, una ciudad con una gran calidad de vida, en la que detalles como la pureza de su agua -si, el agua del grifo se puede beber y parece sacada de un manantial-, la convierten en un destino muy atractivo que visitar.

Si Viena se encuentra entre uno de los destinos de tu lista, la Navidad puede ser una buena época para ello, pues a su esplendorosa belleza se suma su atractiva iluminación navideña y, por supuesto, una de nuestras cosas favoritas: los mercadillos navideños. ¿Listo para viajar a Viena? Atento, pues a continuación te recomendamos unos cuantos lugares que no debes perderte.

1) Resselpark y Karlskirche o Iglesia de San Carlos Borromeo. Nuestra primera parada nada más llegar a Viena fue este extenso parque, uno de los pulmones verdes de la ciudad, que alberga una imponente iglesia barroca y un bonito mercadillo navideño en el que disfrutar de un vino caliente y algún que otro concierto en directo de artistas locales.


2) Plaza y catedral de San Esteban (Stephanplatz). Si hay un monumento que destaca en el centro de la ciudad de Viena es la impresionante catedral de San Esteban, una joya en la que es destacable su mezcla arquitectónica gótica y barroca, así como su colorido tejado que alberga más de 200.000 azulejos. Este edificio religioso, en el que se produjeron acontecimientos como el funeral del genio Mozart, resulta de interés tanto por su interior como por su visita a lo alto de su torre sur, desde la que, por un precio de 5,50 euros por persona, se puede disfrutar de unas de las mejores vistas 360º de la capital austríaca.


La catedral está rodeada por una serie de calles en las que es posible disfrutar -en época navideña, cuando transcurrió nuestra visita-, de un mercadillo navideño en el que tomarse el clásico vino caliente y de la hermosa iluminación navideña, a la vez se van descubriendo otros secretos por el camino, como la Columna de la Peste de Viena, un monumento dedicado a la Santísima Trinidad levantada tras la gran peste de 1679, o la iglesia católica de San Pedro, otro de los bonitos templos de la ciudad.

3) Plaza de los héroes (Heldenplatz). Continuamos callejeando hasta encontrarnos con una plaza presidida por un imponente edificio que alberga el Museo dedicado a Sisi, la emperatriz más famosa de Austria. Atravesando el arco del edificio llegamos hasta la Plaza de los Héroes, un lugar de gran importancia histórica -en ella Adolf Hitler anunció la adhesión de Austria al III Reich- en el que podemos observar la magnitud de la arquitectura vienesa en todo su esplendor.

Entre los edificios más destacados se encuentra el espectacular palacio barroco Hofburg, en el que residió Sisi durante al menos 6 años y que alberga su tesoro imperial, que puede visitarse por 16€ adultos (gratuito para menores de 19 años y con descuento si dispones de la Vienna Card), así como el despacho presidencial o la Biblioteca Nacional de Austria.

En esta plaza también nos encontramos con estatuas ecuestres del archiduque Carlos y el príncipe Eugenio de Sajonia, además de otros dos imponentes edificios completamente iguales que albergan los museos de Bellas Artes e Historia Natural del siglo XIX.


4) Plaza del Ayuntamiento de Viena (Rathausplatz) y Parlamento. Caminando desde la Plaza de los héroes llegamos a otros dos puntos importantes de la ciudad de Viena: el edificio de su parlamento y su Ayuntamiento, este último un impresionante edificio en frente del que se encuentra el Christkindlmarkt, uno de los mercadillos navideños más grandes y bonitos de la ciudad. En él, además de montones de puestos de diferentes productos gastronómicos, hay una pista de hielo circular, carruseles para niños y una noria.

5) Palacio de Schönbrunn. Además de Hofburg, la dinastía de los Hasburgo -incluida la famosa Sisi-, disponían de una espectacular vivienda veraniega situada a unos 8 km del centro de Viena. Se trata del Palacio de Schönbrunn, un espectacular edificio que merece la pena visitar por la grandiosidad de su interior, en el que destacan el Salón del desayuno y el Salón Chino circular, además de unos majestuosos jardines.

Para llegar a este palacio, lo más sencillo es coger la línea de metro U4 y bajarse en la parada que lleva el nombre del palacio, aunque hay otras vías como el autobús línea 10A. Una vez allí, podrás comprar la entrada para visitarlo. Hay que tener en cuenta que son varias las visitas que pueden realizarse en este palacio, El gran tour, El tour imperial, la visita a los apartamentos y muchas otras que puedes consultar en la propia página web del palacio.

Si quieres hacer alguna en concreto como el gran tour o la visita imperial, lo recomendable es reservarlo con tiempo de antelación, pues corres el riesgo de quedarte sin entradas. En nuestro caso, cogimos las entradas para la visita a los apartamentos por un precio de 20€ los adultos y 13€ los niños a partir de 6 años. En esta visita pueden verse algunas de las salas principales del palacio -con audio guía incluida-, aunque está restringido el acceso a otras salas de interés, reservadas para los otros tours mencionados.

Además de estas visitas, hay otra serie de actividades que pueden realizarse en este palacio que pueden resultar de interés como las que compartimos a continuación:

6) Palacio Belvedere. De palacio en palacio y tiro porque me toca. La cosa va de palacios en Viena y uno de los más hermosos es el Palacio Belvedere, que sirvió como vivienda veraniega del Príncipe Eugenio de Saboya. Se trata de un palacio barroco que cautiva con tan solo pararse a mirarlo desde sus imponentes jardines. Cabe destacar que, caminando por ellos, se llega al Alto Belvedere, que en una de sus salas contiene el famoso cuadro del pintor Gustav Klimt titulado ‘El beso’, que puedes ver si reservas, por ejemplo, esta visita. También puedes reservar visitas al palacio en su página web oficial.

Para llegar a este palacio puedes tomar la línea D de tranvía y parar en la parada Schloss Belvedere.

7) Prater de Viena. Además de visitas culturales, uno de los planes más divertidos que pueden hacerse en Viena -especialmente en Navidad- es visitar su famoso parque de atracciones Prater. Puedes llegar a través de la línea U2 de metro y disfrutar de un sinfín de atracciones que no te dejarán indiferente. Hay atracciones para todos los gustos: para niños, para adultos, más fuertes y más suaves. Solo tienes que recorrerlo y elegir aquello en lo que te quieres montar ¡incluso hay una noria en la que puedes cenar! Aquí os dejamos una pequeña muestra:

8) Iglesia de los Frailes menores (Minoritenkirche). Viena está repleta de monumentos eclesiásticos que merece la pena visitar, pero mencionamos esta iglesia dado que, además de su belleza gótica, alberga una gran réplica de uno de los cuadros más famosos de la historia, la Última Cena, de Leonardo Da Vinci. Esta réplica la encargó el mismísimo Napoleón cuando conquistó Viena en el año 1806 y, aunque su idea era situarlo en el Palacio Belvedere, finalmente, tras su derrota, el emperador Francisco I lo adquirió y decidió colocarlo en esta iglesia.

9) Free Tour por Viena. Cuando visitamos una ciudad siempre recomendamos reservar un free tour, en el que podrás conocer de primera mano algunos de los secretos de la ciudad que visites, detalles que pueden pasar desapercibidos para el visitante o rincones que quizás no se te había ocurrido visitar pero que, gracias a la recomendación de un guía experto, acabas descubriendo. Incluso en ocasiones los guías te proporcionan recomendaciones gastronómicas en la ciudad, como fue nuestro caso -aunque cabe mencionar que en Viena nos resultó muy complicado el encontrar sitios para comer y cenar porque todo solía estar reservado, aunque fuésemos pronto, quizás por ser época navideña-.

Con nuestro guía Joseph recorrimos algunos de los rincones vieneses más destacados, en los que nos fue contando curiosidades o datos históricos relevantes, e incluso nos explicó lo que significaba una curiosa señal que puede encontrarse por las calles (en la foto). Y es que en invierno suelen formarse estalactitas de hielo, y con esa señal advierten de que una de esas estalactitas puede caerte encima, así que si visitas Viena en invierno, fíjate bien.

10) Mercadillos navideños de Viena. No podíamos terminar nuestro artículo sobre Viena sin mencionar uno de los atractivos principales de la ciudad en época navideña: sus mercadillos. En ellos podrás disfrutar del famoso vino caliente (Glühwein), así como de platos como raclettes de queso, salchichas, jamón típico austríaco y otros platos de su gastronomía, así como comprar decoración navideña, artículos de artesanía u otro tipo de productos.

Algunos de los mercadillos navideños que podrás encontrarte si visitas Viena son:

  • Christkindlmarkt. Ya lo mencionamos anteriormente y no es para menos, pues se trata del mercadillo más grande y uno de los más llamativos por su bonita iluminación. En él te encontrarás con una pista de hielo circular (puedes consultar los precios aquí), una noria y un bonito carrusel para mayores y pequeños.
    Presidido por un gran arco iluminado con el nombre del mercadillo, pasando bajo él accedes a un amplio mercadillo en el que destaca la iluminación de su árbol de corazones, las bolas, muñecos de nieve… e incluso se hacen actuaciones en vivo -cuando fuimos había unos violinistas en el tejado de una de las cabañas del mercadillo-.
  • Mercado navideño de Maria Theresien Platz. Situado entre los museos de Historia Natural e Historia del Arte, este mercadillo cuenta con puestos de comida y artesanía y es uno de los más auténticos de la ciudad.
  • Mercadillo navideño de Karlsplatz. Este fue el primer mercadillo que visitamos y uno de los más grandes, en el que un grupo local estaba dando un concierto en directo. Con carrusel y trenecito para los más pequeños, montones de puestos de artesanía y algunos gastronómicos, y situado frente a la impresionante iglesia de San Carlos. ¡No te lo puedes perder!
  • Mercadillo navideño de Stephanplatz. Situado en pleno centro, junto a la catedral, se trata de un pequeño mercadillo de unos 40 puestos en los que se ofrecen productos de regalo, decoración, artesanía y, como no, el famoso vino caliente, con el que podrás entrar en calor con una de las vistas más bonitas de Viena, la catedral de San Esteban.
  • Mercadillo navideño del Palacio de Schönbrunn. Si visitas este Palacio,, también te encontrarás con un bonito mercadillo navideño en el que comprar productos de artesanía y decoración o poder degustar algunos platos como sopas calientes o ensaladas de pasta y patata.
  • Mercadillo navideño del Palacio Belvedere. Al igual que los demás, incluye casetas en las que adquirir productos de artesanía y otros artículos, además de productos gastronómicos.
  • Mercadillo navideño del parque Prater. Si visitas el parque de atracciones Prater, nada más llegar te encontrarás con un mercadillo que recibe al visitante con el aroma de sus dulces y productos gastronómicos. Por supuesto, también podrás adquirir otro tipo de artículos navideños o de artesanía.
    La entrada al parque es gratuita, lo que se paga son las atracciones. Por ejemplo, su famosa noria tiene un precio de 13,50 € y el resto de atracciones varían entre los 3 y los 7 €.

Sin duda, Viena es uno de los destinos europeos más impresionantes que hemos visitado por su amplia y hermosa arquitectura, pero también uno de los destinos más recomendables en Navidad, en la que disfrutaréis como niños. Si os animáis a visitarlo, ¡contadnos vuestra experiencia!

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