El templo de Philae es uno de los más bellos de la historia egipcia. Levantado en la isla del mismo nombre, esta construcción está dedicada a Isis, la diosa del amor y la maternidad.
Tal y como cuenta la leyenda, Osiris -esposo de Isis- había sido asesinado por su hermano Seth, quien esparció su cuerpo por distintas partes de todo el país. Isis, que recogió los pedazos de Osiris para devolverlo a la vida, se refugió en Philae para huir de la cólera de Seth tras enterarse de este hecho, motivo por el que se levantó en Philae este hermoso templo para venerarla.
El templo de Philae, en la actualidad, no se encuentra en su emplazamiento original, sino que fue trasladado piedra a piedra a unos pocos kilómetros debido a que, con la construcción de la presa de Asuán, su ubicación quedó sumergida. Sin embargo, el lugar en el que hoy se encuentra no le ha hecho perder ni un ápice de su majestuosidad y belleza.
La visita a este templo puede realizarse tanto de día como de noche. En mi opinión recomiendo la visita nocturna, pues además de la bonita experiencia de acercarse al templo navegando en una barca a la luz de la luna, el horario nocturno acoge un interesante espectáculo de luz y sonido en el que varias voces representan la historia de Isis, Osiris, Horus y Seth.