Dice una famosa canción, México lindo y querido, si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí. Y es que ese sentimiento de querer quedarte comienza a surgir en el viajero según se acerca la fecha de irse del paraíso natural de la Península del Yucatán. En nuestro caso, tengo que decir además, que México fue para nosotros muy especial, pues es el primer viaje largo que hicimos con nuestra peque, con un año recién cumplido -en este otro post hablamos sobre viajar a Riviera Maya con niños– , y no pudo resultar una elección más acertada.
Si estás pensando el viajar a la Riviera Maya, a continuación intentaremos ayudarte a que te hagas una idea de lo que te espera.
¿Cuándo viajar a la Riviera Maya?
El clima de esta zona se divide en dos temporadas, la seca y la de lluvias. La seca, como la palabra indica, es la ideal si buscas temperaturas suaves y agradables, y comprende desde los meses de diciembre a abril aproximadamente. Por el contrario, los meses de julio y agosto suelen ser los más lluviosos pero a la vez de temperaturas más elevadas en parte debido a la humedad.
En nuestro caso viajamos en el mes de Octubre, uno de los meses en los que menos turistas puedes encontrarte y, por lo general, disfrutamos de un clima agradable durante los 10 días, exceptuando algún caso que os detallaremos.
Comenzamos nuestra ruta:
Día 1: Vuelo de ida
Viajamos desde Madrid hasta el aeropuerto de Cancún, un vuelo de aproximadamente 10 horas, llegando ya al país muy avanzada la tarde, por lo que el primer día simplemente nos dedicamos a alquilar un coche y dirigirnos a un hotel cercano al aeropuerto para pasar la noche.
Días 2 y 3: Holbox
El segundo día nos dirigimos en coche desde Cancún hasta el pueblo de Chiquilá, donde dejamos el coche en un parking (hay un montón). Desde allí un barco acerca a los visitantes a la magnífica isla de Holbox, un paraíso ideal para comenzar el viaje. Te recomiendo, antes de subir al barco, retirar algo de dinero del cajero automático de este pueblo, pues en la isla puedes tenerlo más complicado.
Al llegar a Holbox te encontrarás con una isla completamente natural en la que no verás ni un solo rincón de asfalto, sino que sus calles son de arena, por lo que no podrás moverte en los coches tradicionales, sino en carritos de golf.
El primer día nos dedicamos a explorar un poco la isla, conociendo alguna de sus playas, disfrutando de nuestros primeros baños en aguas caribeñas y comenzando a tomar contacto con la comida del país, deliciosa por cierto. En relación a esto último recomendamos el restaurante Viva Zapata, en el que además de un trato exquisito la comida es excelente. Pero no te emociones con la comida, te aconsejamos que la pruebes con moderación, más adelante sabrás por qué.
Aunque antes comentaba que en general el clima fue generoso con nosotros, bien es cierto que el primer día en Holbox se estropeó un poco a causa del viento y la lluvia, motivo por el que tuvimos que cancelar la excursión a las islas de isla Pasión e isla Pájaros, así como la actividad para observar la Bioluminiscencia.
A pesar de ello, el recorrido por la isla nos resultó muy agradable dado que es un entorno de gran belleza, lleno de murales y de color por todas partes, y aprovechamos para relajarnos en una de las múltiples terrazas situadas junto a la playa y contemplando el atardecer. Por cierto, a lo largo de la playa podrás ver unos llamativos columpios en medio del mar con hamacas. Bien, pues si te acercas a hacerte la típica foto ten cuidado de agarrar bien tu móvil, pues el mío se cayó al agua y se estropeó… ¡Todo el viaje sin móvil!
Al día siguiente alquilamos un carrito de golf y condujimos hasta algunas zonas como Punta Cocos y Punta Mosquitos para conocer más de cerca el entorno natural de la isla.
Día 4: De Holbox a Mérida pasando por Chichen Itzá
A la vuelta de Holbox cogimos el coche que habíamos dejado en Chiquilá para emprender el viaje hasta la ciudad de Mérida, un recorrido de aproximadamente 3 horas y media que no hicimos del tirón, sino que aprovechamos para parar por el camino en uno de los puntos imprescindibles de la Riviera Maya: Chichen Itzá, una de las siete maravillas del mundo moderno. De camino paramos en el restaurante Temozón, situado en el pueblo del mismo nombre, donde probamos una comida deliciosa y con un trato muy agradable, tanto, que a la vuelta de Mérida repetimos.
Al llegar a Chichen Itzá contratamos los servicios de un guía local que nos acompañó durante todo el recorrido explicándonos los detalles de cada rincón. Y es que Chichen Itzá es uno de los complejos arqueológicos más importantes de la cultura maya y, nada más entrar, podrás comprobarlo a los pies de la majestuosa Pirámide de Kukulkán, una construcción de 4 metros de altura más un templete que la hace alcanzar alrededor de los 30 metros.
Pero esta pirámide es solo el principio, Chichen Itzá guarda un montón de secretos más como el recinto del Juego de Pelota, un lugar en el que los mayas hacían rebotar una pelota en las paredes que tenía que pasar por un aro de piedra de tan solo 30 cm, el templo de los Jaguares, el templo de Venus, el templo del Hombre Barbudo, el templo de los Guerreros o el Observatorio. Vamos, que no te vas a aburrir conociendo la historia y día a día de los mayas.
Una vez finalizamos la visita nos dirigimos hacia Mérida, ciudad en la que pasamos la noche. En Mérida cenamos comida de unos puestos de la calle que creemos fue el desencadenante de los dolores de estómago de los días posteriores (se le llama síndrome del viajero). Por eso comentaba al principio que la comida mexicana, aunque esté deliciosa, se pruebe con moderación.
Día 5: La ruta Puuc
Este día lo dedicamos a hacer parte de la conocida como Ruta Puuc, un recorrido por algunos de los emplazamientos arqueológicos mayas de mayor interés. En nuestro caso visitamos el complejo de Uxmal y las Grutas de Loltún, aunque hay muchos más lugares que, si te da tiempo, merece la pena ver como Kabah o Sayil.
Como decíamos, en primer lugar nosotros visitamos Uxmal, donde se encuentra la pirámide del adivino, de 35 metros de altura -más alta que la de Chichen Itzá-, una impresionante construcción a la que está permitido subir, eso sí, con mucho cuidado, pues los escalones son muy estrechos. Esta pirámide se puede bordear hasta el Cuadrángulo de los Pájaros y el Cuadrángulo de las Monjas, en los que resulta interesante pararse a observar la fachada y, caminando un poco más, hasta el patio del Juego de la Pelota.
Si caminas un poco más llegarás a otro de los edificios más interesantes de este recinto arqueológico, el Palacio del Gobernador, desde cuyo piso superior tendrás una espectacular vista de todo Uxmal.
Por la tarde visitamos las Cuevas de Loltún, un paraje realmente bonito que recibe ese nombre del sonido que emite la piedra al darle un pequeño golpe con la mano, tal y como nos explicó el guía. Por cierto, no os dejéis engañar, al finalizar la visita el guía solicita una propina y nos pareció bastante grosero que fuese él quien dijese el punto de partida de dinero a partir del que la quería, es decir, no digo que no se le de propina, sino que no os dejéis llevar por la elevada cantidad que él propone, si no que le ofrezcáis lo que consideréis oportuno.
Día 6: Mérida y Ek Balam
Comenzamos el día recorriendo el centro de la ciudad de Mérida, viendo la iglesia católica y la Plaza de la Independencia, en la que se estaba haciendo el cambio de guardia para, a continuación, dirigirnos hacia Ek Balam, otro de los complejos arqueológicos a visitar en la Riviera Maya.
Ek Balam es un recinto situado en medio de la vegetación en el que te encontrarás con el curioso edificio de las Pirámides Gemelas, un lugar dedicado al juego de la pelota -como no podía faltar-, y una gran pirámide. Súbete a lo alto de los muros de sus edificios y observa su belleza emergente entre la naturaleza.
Días 7, 8, 9 y 10: Final en la playa
Los últimos días del viaje nos los tomamos con calma y disfrutamos de las maravillosas playas de arena blanca y fina y aguas turquesas famosas de la Península del Yucatán.
La zona costera está repleta de grandes hoteles entre los que elegimos el Grand Palladium Resort & Spa, uno de los típicos ‘todo incluido’ en los que vas a relajarte, comer y beber mucho.
A pesar de que disfrutamos mucho de la playa, también aprovechamos estos días para conocer algunos lugares de interés cercanos como son:
El complejo arqueológico de Tulum: uno de los emplazamientos mayas más grandes y hermosos debido a su situación al pie del mar, desde el que se pueden observar unas espectaculares vistas.
Playa de Akumal o Playa de las Tortugas por ser el hogar de montones de tortugas marinas. Nosotros lo hicimos por libre aunque se puede contratar una excursión con la que, seguramente, puedas observar a las tortugas, aunque nosotros lo único que vimos son manta rayas.
El gran cenote Ixmucané, en el que es posible darse un baño en unas espectaculares aguas claras y tomar el sol en las praderas de su alrededor. Un buen lugar para pasar la tarde.
El pueblo de Puerto Morelos, en el que hicimos un snorkel espectacular viendo el fondo marino repleto de grandiosos corales -te encontrarás en la zona del puerto con varias empresas que ofrecen esa actividad-. En él aprovechamos para comer un riquísimo pescado del día, que por algo es un pueblo pesquero.
El pueblo de Playa del Carmen, uno de los más famosos y turísticos, en el que de casualidad vimos el espectáculo de los Voladores de Papantla, un ritual asociado a la fertilidad en el que cuatro hombres atados a una cuerda por los pies van girando sobre un alto pilar mientras la cuerda se desenrosca y llegan al suelo. En Playa del Carmen paseamos por la calle turística más famosa, La Quinta Avenida, en la que encontrarás tiendas y restaurantes de todo tipo.
El último de los días lo pasamos disfrutando de la playa en la que se sitúa el hotel, dándonos los últimos chapuzones antes de emprender el viaje de vuelta.
En nuestro caso, aunque aprovechamos bastante los 10 días de viaje y pudimos conocer un montón de lugares de interés, se nos quedaron algunos por el camino por falta de tiempo o simplemente por ganas de relajarnos un poco. Así que si tienes más días que nosotros, siempre puedes acercarte a las ruinas de Coba, o visitar las paradisiacas Isla Mujeres o Cozumel.
Llegados a este punto solo puedo decir, ¡Viva México!
Excursiones
Para planificar tu viaje por la Riviera Maya tienes varias opciones, o bien hacerlo por libre
alquilando un coche y visitando los sitios que nos apeteciese más, tal y como hicimos nosotros,
o bien, si te da mayor seguridad, contratar excursiones con empresas que se dediquen a ello y te recojan, trasladen y lleven de vuelta.
Si no te atreves por libre y prefieres las excursiones organizadas te recomendamos evitar las excursiones que ofrecen en los hoteles, pues suelen ser bastante más elevadas de precio. Lo
mejor es acercarte a ciudades como Playa del Carmen en las que te encontrarás con múltiples
empresas que ofrecen una amplia variedad de excursiones, tan solo tienes que recorrer sus
calles e ir comparando actividades y precios.
Otra opción es organizarlo todo tranquilamente desde tu casa, para lo que existen múltiples
empresas que pueden facilitarte esa labor. Tan solo tienes que entrar en su página web y elegir
la actividad y el día que quieres realizarla.
Por ponerte unos ejemplos de excursiones en la zona de Riviera Maya, aquí te dejo una
selección:
Me encanta!! Lo tendré en cuenta para el próximo viaje!
Encantada de ayudar, ¡Espero que disfrutes ese pedazo de viaje!
Qué maravilla todo; un recorrido muy bien aprovechado y espectaculares el cenote y las cuevas. Menuda faena lo del móvil caído al agua, para la próxima un protector de plástico no puede faltar 😅 Sin duda, un sitio muy interesante que hay que conocer, ojalá pueda ir pronto 🤞
Espero que lo puedas conocer pronto Elena, desde luego, este viaje es una maravilla. Y sí, cuidado con el móvil, el postureo ha hecho mucho daño 😀