Senda mágica de Arroyomolinos

Si estás buscando un plan con niños en Madrid, en el municipio de Arroyomolinos te puedes encontrar con un recorrido con el que los mayores volverán a su infancia y los pequeños se lo pasarán en grande entre gnomos, hadas y trolls.

La Senda Mágica es un divertido y original recorrido de 1,5 kilómetros muy sencillo para ir incluso con carritos de bebé y que se divide en diferentes zonas temáticas en las que los peques podrán descubrir un montón de personajes y esculturas realizadas con materiales naturales reaprovechados de los destrozos causados por la borrasca Filomena.

Esta ruta se sitúa junto a la carretera M-413 que atraviesa el pueblo de Arroyomolinos y se llega perfectamente en coche, que puedes dejar en el parking habilitado o bien en las inmediaciones del lugar, por la zona de las casas.

Antes de llegar puedes consultar este itinerario habilitado por el Ayuntamiento para hacerte una idea y enseñárselo a los peques para contarles que en este bosque habitan un montón de criaturas que llevan mucho tiempo ocultas gracias a la magia, fomentando así su ilusión, propósito principal de este bonito proyecto.

Para comenzar la ruta recomendamos localizar el poste indicativo situado junto a la carretera. Una vez que lo encuentres, la magia comenzará a fluir a través de un recorrido repleto de múltiples figuras de madera que representan a diferentes animales como caracoles, mariquitas o mariposas.

Podrás atravesar un túnel mágico creado con las ramas entrelazadas de los árboles y, además, encontrarte con un montón de seres mitológicos y curiosidades como casas de gnomos, hoteles de insectos, un tren o incluso unas grandes alas de hada para hacer una bonita foto. Y todo ello en vivos colores que atraerán la atención de los pequeños y con información adaptada al lenguaje braille, para que nadie se pierda la magia del lugar.

A lo largo de toda la ruta deberéis estar atentos a cada rincón, pues en el lugar más inesperado podréis encontraros con un algún pequeño detalle, como el tronco de este milenario árbol, que ha vivido durante importantes acontecimientos históricos.

La ruta finaliza en la zona del merendero, en la que se sitúa también un kiosko de música y un bonito estanque, un lugar ideal para disfrutar de la comida o merienda.

Sin duda, una ruta ideal para pasar una agradable jornada en familia con la que tanto pequeños como mayores se lo pasarán en grande. Porque, recuerda, ¡la magia está en ti!

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