En Arequipa contratamos una excursión al impresionante valle del Colca, un entorno que recomiendo visitar por sus espectaculares paisajes. El trayecto hasta este lugar nos gustó bastante ya que fuimos siguiendo el curso del río y pudimos ver los animales típicos del altiplano: vicuñas y alpacas. También hicimos una parada para tomar un mate de coca, la bebida que recomiendan para combatir el mal de altura cuando realizas viajes en los que varía la altitud.
El primer día fue de trayecto hasta el pueblo de Chivay, un pueblo que no nos pareció muy bonito pero en el que nos divertimos bastante en el restaurante al que nos llevaron en el que nos enseñaron bailes típicos (a varios nos sacaron a bailar).
Al día siguiente nos dirigimos hacia el mirador conocido como Cruz del Cóndor, desde el que se puede observar el vuelo de estas aves desde muy cerca, una de las mejores experiencias de todo el viaje a Perú. El recorrido hasta este mirador nos llevó por paisajes que te dejan sin palabras, pues se trata de un valle inmenso y de gran belleza, como pudimos comprobar en los distintos miradores en los que fuimos parando.
De vuelta en Chivay, nuestra siguiente parada era la ciudad de Puno, para la que cogimos un autobús (investigad bien porque mucha gente cree que solo se puede hacer este recorrido con la empresa 4M Express por 50 dólares, pero nosotros lo hicimos con otra empresa por 35). Durante el trayecto paramos en el Mirador de los volcanes y en una laguna repleta de flamencos.